LEPTOSPIROSIS
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS
PRGRAMA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA.
Moyano
Clara Isabel, SOTTO Mauricio, COLLAZOS
Osorio Ruth
RESUMEN:
La leptospirosis es una enfermedad infectocontagiosa de
amplia distribución mundial, clasificada como una antropozoonosis, su
transmisión por lo general va de los animales al hombre. Afecta a diferentes
especies animales y al humano en forma accidental, es causada por una
espiroqueta patógena del género Leptospira, especie interrogans.
Actualmente la determinación de las especies de
leptospiras está basada en la homología del ADN. Las especies
patógenas incluyen Leptospira interrogans y las no patógenas Leptospira
biflexa en sentido amplio, se han descrito por biología molecular siete
especies patógenas del género Leptospira: L. interrogans en sentido
estricto, L. borpetersinii, L. noguchii, L. santarosai, L. weilli, L.
kirschneri y L. alexanderi.
ETIOLOGIA:
La leptospirosis es causada por una variedad de
espiroquetas con morfología similares
pero diferentes antigénicas y genéticamente por tipificación genética se
reconoce ocho especies patógenas, pero
la taxonomía a nivel subespecie continua basada en serovariedades.
La especie leptospira interrogans se dividen en serogrupos
y serovar de acuerdo con patrones de aglutinación, y se han identificado al menos
23 serogrupos 212 serovars en el medio sobrevive en condiciones húmedas y
tibias varias semas
INTRODUCCIÓN
La leptospirosis es una enfermedad causada por la bacteria
del genero leptospira, que presenta más de 200 serovares.; ésta patología se
encuentra distribuida a nivel mundial y es considerada como una de las
enfermedades zoonóticas de mayor prevalencia en el mundo (Macedo, González
& Márquez,2007).Los principales serovares que causan Leptospirosis en las
especies domésticas son:L. Pomona, L. hardjo, L. canicola, L. grippotyphosa,
L.icterohaemorragie (ver tabla 1) (Cubillos,2005). Las leptospiras son
espiroquetas delgadas, flexuosas y helicoidales, que poseen finos espirales.
Miden entre 0,1 x 6 - 20 um. Las especies de leptospira son morfológica y
fisiológicamente uniformes, sin embargo serológica y epidemiológicamente
distintas.
Los principales reservorios de la leptospira en el
ambiente urbano son los caninos y las ratas, así como los bovinos, porcinos y
equinos en el campo. La leptospira se adaptó además a "huéspedes
reservorios primarios", los cuales comúnmente son animales salvajes que
hacen más difícil su control y aumentan la prevalencia de esta enfermedad
(Dammert. 2005. p 3). El pH que permite vivir a las leptospiras fluctúa entre
6,2 y 8,0. Hecho que explica porque el pH alcalino de la orina de los bovinos y
las ratas, favorece la supervivencia de la leptospira; es necesario tener en
cuenta en la epidemiologia de la enfermedad que el agua de charcos no siempre
tiene el mismo pH que el de la tierra y esto se debe a fenómenos de
fotosíntesis, lo que permite que aguas superficiales puedan ser alcalinas en
terrenos de pH ácido y que este sea un excelente foco de infección (Cubillos.
2005). La infección en humanos y animales se da por contacto directo con orina
infectada, fluidos fetales y placentarios, descargas uterinas, o por contacto
indirecto con el ambiente contaminado (Berdasquera, Cruz, 2009). En caninos el
curso de la enfermedad puede ser agudo o crónico, pero la mayoría de las veces
la enfermedad es subclínica. (Velasco & Rivas, 2009) Afecta animales de
todas las edades y el inicio de la misma, se caracteriza por aumento de la
temperatura de 39,5 a 40,5° C, anorexia, vómito, debilidad, conjuntivitis,
depresión, ictericia de intensidad variable y diarrea con sangre en ocasiones.
El diagnóstico clínico se basa en la epidemiología,
anamnesis y signos clínicos; siendo estos muy inespecíficos, pudiéndolos asociar
con otras patologías como enfermedad por parásitos cardiacos (dirofilariosis),
anemia autoinmune hemolítica, hepatitis viral canina, neoplasia hepática,
trauma, erlichiosis, toxoplasmosis, neoplasia renal y cálculos renales,
diagnósticos diferenciales de enfermedad peraguda o aguda en el perro (Dammert.
2005). Y brucelosis canina, infección canina por herpesvirus y distemper, como
diagnósticos diferenciales de enfermedad crónica. (Dammert) El aislamiento de
leptospiras patógenas es la mejor alternativa para diagnosticar la enfermedad.
ANAMNESIS:
FECHA.
NOMBRE: Muñeca
RAZA: Raza
husky siberiana
SEXO: Hembra
EDAD: 6 años
castrada
COLOR: Blanco
PESO: 18 kg
PROPIETARIO: Octavio Martínez López
EXPLORACIÓN
CLÍNICA COMPLETA:
•
Al examen clínico se encontró un animal decaído,
caquéctico y con los siguientes parámetros fisiológicos: frecuencia cardiaca
110 latidos por minuto (lpm), frecuencia respiratoria 28 respiraciones por
minuto (rpm), tiempo de llenado capilar 3 segundos, temperatura de 39,1°C (febril),
con aliento amoniacal, severa distensión abdominal, hemorragias petequiales en
la piel de abdomen y con los nódulos linfáticos poplíteos, aumentados de
tamaño.
•
Se evidenció tumefacción y dolor a la palpación de las
vértebras lumbares.
Luego de ingresada la Leptospira al huésped susceptible,
se disemina por vía hemática y el período de incubación oscila entre 2 y 20
días, con una media de 7 a 13 días, luego del cual se inicia la primera fase
llamada septicémica, que tiene una duración aproximada de 3 a 10 días,
produciéndose una bacteremia y posterior colonización de los distintos.
Parénquimas incluido en ocasiones el sistema nervioso
central (S.N.C.) (Linzitto & Orellana). La presencia de la bacteria en
sangre durante este período, lo hace ideal para el aislamiento del
microrganismo hasta los 7 días de iniciados los primeros síntomas (Moore,
Guptill & Glickman, 2006).
Especies: cerdos,caninos,equinos, bovinos humanos
Grippotyphosa: raton,
mapache,zorrillo, zarigüella
Hardjo: vaca
Bataviae: perros.
rata. ratón
Canicola: perro
Pomona: vaca. cerdo.
zorrillo. zarigüella
Automutalis: ratón
Bratislava: rata. Cerd Icterohaemorrhagiae: rata
DIAGNÓSTICO
DIFERENCIAL
Al ser ésta una entidad que afecta distintos órganos y
sistemas con variadas formas clínicas, debe ser distinguida de numerosas
entidades. Se debe diferenciar de aquellos procesos febriles, ictéricos,
hemorrágicos, de procesos con alteraciones renales o meníngeas o una
combinación de varias de estas manifestaciones.
Por presentar signos clínicos y lesiones similares a los
de la leptospirosis se incluyen como diagnósticos diferenciales:
Moquillo canino: el cuadro clínico cursa con
fiebre, anorexia, vómito y diarrea. En algunos casos puede encontrarse
trombocitopenia y leucocitosis si hay una infección secundaria a la enfermedad
viral
(Valencia & Ortega,2009)
Procesos que cursan con hepatitis: los signos más comunes
de enfermedad hepática como anorexia, letargia, depresión, vómito intermitente
y pérdida de peso también se observan habitualmente en otras enfermedades. Por
esto es necesario realizar pruebas de función hepática y serológicas específicas
para determinar el origen de la hepatopatía
(Ettinger&Feldman, 2007).
Gastroenteritis: los signos clínicos más
comunes son vómito, diarrea, anorexia y debilidad, los cuales se presentan en
muchas patologías. Por lo tanto es necesario realizar exámenes específicos para
determinar su origen, pues deben considerarse enfermedades de tipo bacteriano,
viral, parasitario así como gastroenteritis metabólicas, tóxicas o alergias
alimentarias (Tortolero, 2006).
Toxoplasmosis: en esta
enfermedad las manifestaciones clínicas son depresión,
letargia, fiebre, pérdida de peso, dolor a la palpación abdominal e ictericia
(Couto & Nelson, 2009).
Intoxicaciones: en muchos casos los pacientes
presentan vómito, diarrea, falta de apetito y depresión por ello además de los
exámenes paraclínicos debe realizarse una buena anamnesis para determinar si es
un proceso patológico o si es una posible ingestión de sustancias tóxicas que
pueden cursar con signos similares a la leptospirosis además del daño hepático
y renal que puede desencadenarse
(Ettinger & Feldman, 2007).
Babesiosis: la presencia de anemia,
mucosas hiperémicas posteriormente ictéricas, fiebre, ascitis y estomatitis son
comunes en
esta enfermedad (Greene, 2008).
Erlichiosis: Se presentan
daños en el
endotelio vascular, lesiones petequiales,
fiebre anorexia y
una marcada trombocitopenia
(Greene, 2008).
DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
La leptospirosis es una enfermedad de urgencia clínica,
en la cual es necesario realizar análisis complementarios a los estudios
serológicos para poder diferenciarla de otros trastornos que pudieran provocar
ictericia o una sintomatología similar, como neoplasias, traumatismos,
trastornos bacterianos, virales o procesos autoinmunes (Gamarra, 2009).
Los resultados de laboratorio podrán variar dependiendo
de la serovariedad involucrada y el curso de la enfermedad. Dentro de las
pruebas diagnósticas se pueden evaluar varios parámetros que no son
específicos, pero pueden ser de utilidad para llegar a un diagnóstico
definitivo, entre ellas:
Hematología: donde se encuentra el
volumen corpuscular medio (VCM) bajo; la hemoglobina baja, anemia regenerativa
de moderada a severa, trombocitopenia puede o no estar presente, eosinopenia,
linfopenia y monocitosis, leucopenia temprana, seguida a los cuatro a cinco
días de la enfermedad por leucocitosis moderada de 15,000 a 25,000 leucocitos/
ml con desviación a la izquierda.(Gamarra,2009)
Química
sanguínea:
Los valores de la bilirrubina directa (conjugada), nitrógeno ureico y
creatinina normalmente son altos.
Aproximadamente el 15% de animales con infección de L.
Canicola y el 70% con L. Icterohaemorragie presentan bilirrubinemia mayor a 2.0
mg/dl, debido a degeneración obstructiva hepatocelular, colestasis
intrahepática y no a la hemólisis como suele pensarse.(Gamarra,2009)
Enzimas
hepáticas:
Hay un aumento de los valores de alaninaminotransferasa (ALT), aspartatoaminotransferasa
(AST) y fosfatasa alcalina sérica (F.A) .(Gamarra,2009)
Anormalidades
electrolíticas: hiponatremia,
hipocloremia, hipocalemia o hipercalemia e hipofosfatemia, estas son debidas a
disturbios
gástricos y falla renal aguda. (Gamarra,2009)
Uroanálisis: en el
cual es común
encontrar proteinuria, bilirrubinuria
y glucosuria. La gravedad específica usualmente está dentro de los rangos
normales. En el sedimento hay un incremento de glóbulos blancos, rojos y
cilindros, debido a una nefritis intersticial aguda que conduce a una falla
renal grave (Gamarra, 2009).
El método de referencia para el diagnóstico serológico de
leptospirosis es el MAT (del inglés: Microscopic Agglutination Test, prueba de
aglutinación microscópica), y es considerado por la Organización Panamericana
de la Salud (OPS) y la Organización Internacional de Epizootias (OIE) como la prueba
de mayor validez diagnóstica; en la cual, elsuero del animal es enfrentado con
suspensiones de leptospiras vivas de distintos serovares.
Luego de incubar la mezcla, se la observa
microscópicamente en busca de aglutinación y se determinan los títulos.
(Herrera, 2008)
Los criterios de interpretación de la prueba indican que
títulos de 1:50 son sospechosos y de 1:100 ó mayores, son positivos. Títulos de
1:100 a 1:200 son de importancia principalmente en animales no vacunados,
títulos mayores con una sola muestra (=1:800) son usualmente indicativos de
infección y son de valor diagnóstico siempre y cuando existan datos compatibles
con el cuadro clínico (Srivastava, 2010).
Es recomendable hacer un diagnóstico presuntivo con base
en el aumento en la titulación de anticuerpos en sueros pareados tomados con un
intervalo de 7 a 10 días o más, en estos casos un título que cambia de negativo
a positivo o aumenta el cuádruple del título inicial es indicativo de infección
reciente (Agudelo ,Restrepo & Moreno 2008).
Para el diagnóstico de la leptospirosis canina se han
desarrollado otras técnicas como ELISA; se ha propuesto como una alternativa, la
prueba de aglutinación en placa para el diagnóstico en perros (Gamarra, 2009).
La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) también ha sido evaluada en la
orina del perro y se indica que es capaz de identificar el ácido desoxirribonucleico
(ADN) de varias serovariedades a partir de 100 leptospiras por mililitro de
muestra. (Sánchez; Calderón & Rodríguez, 2010)
La observación directa del organismo, sólo es posible
utilizando el microscopio de campo oscuro y se necesita experiencia para poder
identificar leptospiras, tanto de líquidos corporales como de sangre, líquido
cefalorraquídeo y orina, así como del sobrenadante del macerado de tejidos, ya
que es frecuente la presencia de estructuras denominadas «pseudoespiroquetas»
que pueden confundirse fácilmente con la bacteria (Goldstein, 2010).
El aislamiento a partir de muestras de tejidos y de
fluidos es el método definitivo de diagnóstico de la infección; sin embargo,
tiene varias desventajas como la frecuente contaminación de la muestra; la
necesidad de utilizar medios semisólidos específicos a los que es necesario
adicionar suero estéril de conejo o albúmina bovina y sustancias inhibidoras
del crecimiento bacteriano contaminante como el 5- fluorouracilo (5-FU)
(Agudelo, Restrepo & Moreno). En conclusión, el diagnóstico de
leptospirosis debe estar basado en una correlación de la existencia de factores
de riesgo, signos clínicos, información de laboratorio, el MAT o la
identificación del ADN mediante la técnica de PCR (Silva & Montoya, 2008).
Los anticuerpos generalmente aparecen entre el 6º y 12º
día de la infección y aumentan rápidamente hasta la 4ª semana y los animales
pueden permanecer serológicamente positivos por meses o años. Los anticuerpos
vacunales, presentan los títulos más elevados en las siguientes semanas después
de la revacunación y posteriormente ocurre un descenso. Una reacción negativa
no descarta la posibilidad de infección, el paciente puede estar infectado con
una serovariedad no incluida en el cepario de diagnóstico o no responder inmunológicamente
(cachorros), por lo cual el aislamiento de la bacteria es posible a partir de
animales seronegativos (Carrada, 2005).
OBTENCIÓN DEL
DIAGNÓSTICO FINAL:
La leptospirosis es una enfermedad de urgencia clínica,
en la cual es necesario realizar análisis complementarios a los estudios
serológicos para poder diferenciarla de otros trastornos que pudieran provocar
ictericia o una signología similar, como neoplasias,
traumatismos, trastornos bacterianos, virales o procesos autoinmunes;
por lo cual se sugiere al momento de obtener la muestra para serología, obtener
alícuotas para otras pruebas que el médico juzgue pertinente, sin olvidar que
en esta infección bacteriana una Rev. Salud Anim. Vol. 30 No. 1 (2008), biometría
hemática o hemograma, es importante; así mismo, una química sanguínea que
permita evaluar el funcionamiento renal y hepático para establecer criterios sobre
el pronóstico de la enfermedad.
Los resultados de laboratorio podrán variar dependiendo de
la serovariedad involucrada y el curso de la enfermedad:
1. Hematología:
1) Volumen corpuscular medio (VCM) bajo; hemoglobina
baja, anemia regenerativa de moderada a severa, trombocitopenia puede o no
estar presente
2) Eosinopenia, linfopenia y monocitosis
3) Leucopenia temprana, seguida a los cuatro a cinco días
de la enfermedad por leucocitosis moderada de 15,000 a 25,000 leucocitos/ ml
con desviación a la izquierda.
Química sanguínea:
1) Bilirrubina directa (conjugada),nitrógeno ureico y
creatinina altos. Aproximadamente
el 15% de animales con infección de L. Canicola y el 70%
con L. Icterohaemorrhagiae presentan bilirrubinemia mayor a 2.0 mg/dl, debido a
degeneración obstructiva hepatocelular y la colestasis intrahepática y no a la
hemólisis como
suele pensarse.
Enzimas hepáticas
Elevación relativa de los valores de ALT (alanin
aminotranferasa), AST (aspartato aminotransferasa), FAS (fosfatasa alcalina
sérica), DHL (deshidrogenasa láctica) y
GGT (gamma glutamiltranferasa) debido a la necrosis
celular y la colestasis.
Anormalidades
electrolíticas:
hiponatremia, hipocloremia, hipocalemia o hipercalemia e hipofosfatemia, éstas
son debidas a disturbios gástricos y falla renal aguda.
Urianálisis:
1) Proteinuria, bilirrubinuria y glucosuria presentes.
2) Gravedad específica usualmente dentro de los rangos
normales.
En el sedimento hay un incremento de glóbulos blancos,
rojos y cilindros, debido a una nefritis intersticial aguda que conduce a una
falla renal grave (9,18,22,30).
Tratamiento
El tratamiento debe iniciarse a la menor sospecha, ya que
de no ser así, suele fracasar por la gravedad de la enfermedad y debido a las
lesiones renales incurables. Consiste en una terapéutica sintomática y la
ad-ministración de antibióticos que permitirá mantener al paciente en el mejor
estado posible y eliminar al agente infeccioso. Se preferirá para la medicación
la vía parenteral a la oral, debido a la emesis que acompaña a la enfermedad.
En pacientes deshidratados y con alteraciones renales como oliguria, anuria o
poliuria, debe aplicarse una terapia de fluidos con solución mix-ta (Hartmann y
suero glucosado al 5%) para reempla-zar los líquidos perdidos y evitar una
falla renal al restablecer el volumen circulatorio y la perfusión renal (42).
Es necesario considerar la existencia de un problema respiratorio
concomitante que suele presentar-se regularmente. El vómito puede controlarse
con metoclorpramida (0.2 a 0.4 mg/kg I.M. ó I.V. cada 6-8 hrs ó 1 a 2 mg/kg
I.V. cada 24 hrs ) ó meclizina (25 mg I.M. cada 24 hrs), el uso de antagonistas
de receptores H2 como la cimetidina o ranitidina son reco-mendados en caso de
sangrado gástrico. La dieta debe ser pobre en proteínas y rica en hidratos de
car-bono, hasta que se haya normalizado la función re-nal. En relación a la
hipotermia que suele acompañar a la enfermedad, el animal debe mantenerse en un
lugar seco y a temperatura media (13,24,26).
Algunos antibióticos recomendados son penicilina G
procaínica (40,000 a 60,000 U.I./kg I.M. o S.C. cada 24 hrs ó dividido cada 12
hrs), dihidroestreptomicina (10-15 mg/kg I.M. ó S.C. cada 12 hrs o 25 mg/kg
cada 24 hrs), tetraciclinas (5-10 mg/kg I.V. cada 12 hrs) y doxiciclina (2.5
mg./kg a 5 mg/kg P.O. cada 12 hrs. y posteriormente cada 24 hrs.) durante dos
semanas como terapia alternativa, cuando los animales toleran la medicación
oral. Hay que considerar que la penici lina no quita el estado de portador a
diferencia de la estreptomicina y doxiciclina, la primera es el antibiótico de
elección a pesar de su nefrotoxicidad, la se-gunda se sugiere posterior al
tratamiento parenteral con beta-lactámicos o cualquier otro antibiótico
diferente a los recomendados. La combinación, el cam-bio de medicamento, así
como los días de tratamiento que son 15 en promedio, dependerán principalmente
de la evolución del estado hepático y renal del paciente, así como del criterio
del médico
VACUNACION
- Recombitek® C6 y Recombitek® C6
CV, Vacuna contra el Moquillo (Recombinante), Hepatitis, Adenovirosis,
Parainfluenza, Parvovirosis y Leptospirosis en caninos. 1 ml (1
dosis) en perros sanos por vía subcutánea o intramuscular.
Para completar una correcta inmunización aplique
nuevamente a intervalos de 3 semanas hasta que el perro cumpla las 12 semanas
de edad.
- Nobivac Lepto es una
vacuna inactivada contra la leptospirosis causada por los serovares
canicola e icterohaemorrhagiae de Leptospira interrogans en perros.
Administrar el contenido completo del vial por inyección
subcutánea (SC), observando las precauciones de asépsia habituales, la primera
dosis se administra a partir de las 8 semanas de edad. Para la vacunación
inicial se requieren dos dosis separadas por un intervalo de 3 a 4 semanas. La
revacunación es anual.
- Nobivac RL vacuna
combinada contra la rabia y la leptospirosis.
RECOMENDACIONES
• Se sugiere en caso existir otro perro que conviva con
el enfermo, se recomienda vacunarlo y administrarle tratamiento preventivo con antibiótico,
inicialmente
en forma parenteral, seguido por la vía oral.
• En caso de factores de riesgo como presencia de ratas,
zonas marginadas, deficiencia de servicios, inundaciones, prevalencia de la
enfermedad, entre otras; además de la vacunación, el médico debe considerar la
posibilidad de instaurar en forma profiláctica cada año o dos un tratamiento
preventivo con Doxiciclina procurando así una convivencia de seguridad para los
propietarios.
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